Acercando la familia a la dinámica escolar a través de la empatía 1 de noviembre de 2022
Cuando hablamos de integrar a la familia al entorno escolar, hay que tener presente que se trata de dos entidades que no solo deben relacionarse, sino que deben conocerse y entenderse, para que desde la confianza, la comprensión y la colaboración puedan realmente trabajar con eficacia en su objetivo principal: brindar la educación de calidad que merece cada niño, niña y adolescente.
Es importante entonces, revisar las acciones y actividades que se realizan desde los centros educativos para lograr participación activa de la familia, pero sobre todo, es fundamental reflexionar sobre algunos aspectos importantes:
¿Cómo se da esa relación? ¿Qué emociones se transmiten a la familia a través de la comunicación que utilizamos? ¿La empatía forma parte de los criterios con los que se realiza el acercamiento?
Compartimos a continuación algunas sugerencias que pueden ser de utilidad para sentar las bases de una relación empática entre el centro educativo y las familias que forman parte de su comunidad educativa:
Planificar considerando las necesidades de la familia. Al momento de planificar las reuniones, encuentros o participación de la familia en la dinámica escolar, es importante considerar algunos aspectos fundamentales para motivar el involucramiento y la participación: ubicar los encuentros en un horario en el que les sea posible a los padres, madres y tutores involucrarse, realizar avisos con suficiente anticipación, ser claros y enfáticos con los objetivos de las actividades y lo que se espera de la familia, procurar que la agenda se enfoque en temas que acerquen, motiven y vinculen, así como evitar siempre juzgar, cuestionar o criticar.
Comunicación asertiva. Es importante reflexionar sobre la actitud, las expresiones y los gestos que utiliza el personal escolar frente a la familia en los momentos en los que interactúan. En ocasiones, la reacción de los demás puede estar más vinculada con las emociones y expresiones del interlocutor que en el mensaje mismo. Es importante preparar con anticipación los encuentros para cuidar en todo momento que se utilice un lenguaje cordial, amable, cercano y que pueda generar conexión con los padres, madres y tutores. Evitar siempre comparaciones, sarcasmos, burlas, descalificar el rol de la familia o cualquier otra práctica que pueda despertar el rechazo y alejamiento de los mismos.
Propiciar un ambiente de acogida y apertura. Mantener una actitud de escucha activa, pues sentirse escuchado es la base de una buena comunicación y genera deseo de mantenerse en ella. Para lograr una buena empatía se debe escuchar atentamente y con genuino interés los planteamientos de la familia. La presencia del equipo de gestión y docentes en la entrada y salida de los centros educativos, es también una buena práctica que puede manifestar a los padres, madres y tutores el espíritu de bienvenida, acogida y recibimiento, que les estimule a mostrar cercanía, contacto y confianza.
Mantener el foco en lo positivo. Es importante transmitir a las familias que se llevarán buenas noticias siempre que se acercan al centro educativo. Para lograrlo, puede ser de utilidad iniciar siempre los encuentros con aspectos positivos del progreso de los niños y niñas, entregar reconocimientos por los esfuerzos que hace la familia por cuidar, en la medida que cada quien puede, a sus hijos e hijas, realizar preguntas abiertas, genuinas y que inviten a reflexionar o profundizar en los problemas tratados, escuchar con atención e interés la perspectiva de la familia, con la idea de propiciar un diálogo asertivo en el marco de respeto mutuo.
Propiciar espacios de participación y decisión conjunta. Sentirse tomados en cuenta y que se les da participación en las decisiones, ofrecer espacios de diálogo y socialización para que puedan comprenden mejor las situaciones, oportunidades de mejora o problemas que afectan la dinámica escolar y el aprendizaje de los niños y niñas, puede ser de mucha utilidad para invitarles a buscar en conjunto posibles soluciones o formas de apoyar. Generar una dinámica donde el centro educativo y la familia se sientan del mismo lado, para repensar en conjunto las mejores formas de convivencia escolar.
Ser empáticos nos invita a ponernos en el lugar de las familias, comprender sus realidades, evitar los juicios, perseguir siempre un acercamiento comprensivo, honesto, genuino y de apertura, para la construcción de una relación duradera y valiosa.
Para conseguir que la participación de la familia en la dinámica escolar se dé en forma natural, sana y constante es de vital importancia generar un ambiente cercano y saludable, teniendo siempre como prioridad el desarrollo de los niños, niñas y adolescentes. Como expresa el proverbio africano que dice “Para educar a un niño o niña hace falta la tribu entera" y esa "tribu" la integran los maestros, padres, madres, tutores, el equipo de gestión y de apoyo del centro.
Generemos en conjunto ambientes cargados de motivación, confianza y cercanía, procurando el cuidado de las necesidades de los distintos miembros de la comunidad, para cultivar mejores relaciones y trabajo en equipo.
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